lunes, 2 de febrero de 2009

El día que descubrí que no quiero a mi mamá ~.

Tal vez sí la quiero, sino, no creo que gastaría 40$ en ella, no creen así? pero creo que nunca vamos a poder ser amigas, colegas, compañeras entrañables como otros son con sus madres. Realmente le agradezco todo lo que hizo en su vida por mí, todo lo que se desvive por mí y lamento no poder retribuirle de igual forma. Sólo creo que, no, no estamos hechas de la misma madera, pertenecemos a mundos distintos, aunque vivamos bajo el mismo techo. No sé por qué nos cuesta tanto relacionarnos, ma. But that is!



Quiero dejar plasmado un sueño que tuve que me traumó mucho debido a que yo me niego a tener hijos. La cosa es más o menos así:

Era un sueño como cualquier otro. Con sus baches en blanco, momentos borrosos, sus sin sentido, etc. Su protagonista, Natalia estaba embarazada de trillizos. Uno de ellos nace con malformaciones, deficiencia mental, parecía gitano y era negro; un feto.... en cambio los otros dos nacen y se los muestra como nenes ya de cinco años capaces de hablar. Pero había algo que no encajaba ahí.... Natalia nunca había practicado relaciones con nadie.... eso la perturbó bastante... lo comentaba con sus conocidos Lucho y Mato cuando cae en la cuenta de que el único padre posible era Fabián, a lo que ellos responden con socarronas carcajadas. No la molesta eso a Natalia, pero la inquieta demasiado pensar que el padre de sus hijos sería nada más y nada menos que Fabi.
Llega el momento de amamantarlos.... pero lo que tenía en brazos no eran bebés humanos sino gatitos! Esto le produjo mucho asco. Ver cómo alguien tomaba leche de su pecho es lo que definió su rechazo a la maternidad.
*bache en blanco*
Natalia descubre que está enamorada de su viejo amigo del primario Juan Albamonte y disputa por él, dado que Gabriela González y Antonela Abella (ex compañeras) lo querían para él, cual feas harpías luchando contra la heroína.


Básicamente eso fue todo.


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